Logotipo de mi felicidad

Conócete a ti mismo: precepto délfico, significado e interpretación

ΓΝΩΘΙ ΣΕΑΥΤΟΝ


Este es el precepto délfico más conocido de todos, probablemente por la importancia que guarda en solo dos palabras en el idioma griego antiguo.

Los historiadores nos dicen que estas palabras estaba grabada en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos.

Hemos de recordar que este templo, junto con el santuario de Deméter en Eleusis, fue uno de los centros de mayor sabiduría del mundo griego.

Era tal su importancia que llegó a ser considerado el centro del universo, el ombligo del mundo para la cultura griega antigua.


Los Preceptos Délficos

En las paredes de la entrada del templo de Apolo en Delfos se hallaban inscritas una serie de frases que han pasado a la historia con el nombre de «Los Preceptos Délficos», la mayoría de ellas ni siquiera son recordadas, pero que solo con leerlas nos daríamos la vigencia de sus recomendaciones para la cultura moderna.

Conócete a Ti Mismo

Templo de Apolo en Delfos en la actualidad.

Ejemplo de ello son expresiones como: obedece las leyes, no envidies a nadie, respeta a tus padres, sométete a la justicia, no seas dominado por la arrogancia, busca la sabiduría, ejercita la nobleza, nada en demasía, y la más famosa de todas: conócete a ti mismo.

Sócrates y conócete a ti mismo

Probablemente la frase es más conocida que las demás porque uno de los principales filósofos de la antigüedad la hizo suya.

Hablamos de Sócrates, quien vivió en Atenas en el siglo V antes de nuestra era, y que fue famoso por intentar cambiar los valores de la sociedad ateniense de su época, aceptando la muerte por ello.

Sus dos frases más celebres son, la ya mencionada, «conócete a ti mismo» y «solo sé que no sé nada».


¿Por qué es importante conocerse a uno mismo?

Para cualquiera de nosotros conocerse a sí mismo es uno de los pasos más importantes para poder mejorar en todos los aspectos, tanto en nuestra vida familiar, laboral o en nuestras relaciones sentimentales.

Conocer perfectamente nuestras virtudes y defectos es indispensables para poder afrontar cualquier intento de mejora.

Es necesario incluso para saber que tipo de trabajo realizar o hacia donde encaminar nuestros estudios.


¿Cómo empezar a conocerte a ti mismo?

1. Sé sincero:

Para profundizar en el conocimiento de ti mismo lo primero que debes hacer es ser sincero. Si no lo haces, de nada servirá seguir leyendo los siguientes pasos, no obtendrás las respuestas correctas a las preguntas que debes hacerte y te estarás engañado a ti mismo, algo que no tiene ninguna lógica.

2. Aprende a aceptarte:

Tienes que aprender a aceptarte, con tus virtudes y tus defectos, con tus luces y sombras. Debes saber que no hay nadie perfecto, por tanto, tú tampoco lo eres. No eres ni mejor ni peor que nadie, solo eres tú, una persona muy parecida a las demás pero al mismo tiempo muy diferente.

3. Comienza a valorarte:

Si no lo haces tú, nadie lo hará. Tienes que reconocer aquello en lo que eres bueno para reforzarlo y demostrarlo al resto del mundo, entonces poco a poco todos comenzarán a valorarte, pero debes empezar a hacerlo tú.

4. Examina tus defectos:

Este es uno de los pasos más difíciles, pues en general todos tenemos una visión positiva de uno mismo, solemos minimizar nuestros defectos o culpar a otros por ellos. Reconocerlos es importante, pero también es importante darle un justo valor, no es bueno tampoco agrandarlos y que hagan que nuestra autoestima sea muy baja.

5. Escucha a tus personas cercanas:

Las personas que te quieren te conocen quizás mejor que tú mismo, por tanto escucharlas, preguntarles en que podría ser mejor, estar decidido a cambiar, puede ayudarte mucho en tu propio conocimiento.

6. Reconoce si eres feliz contigo mismo:

Saber si eres feliz contigo mismo y si este grado de felicidad es candidato de aumentar. La felicidad interior, el poder cerrar los ojos con una sonrisa en la cara al acostarnos, es una de los objetivos a encontrar más importante en el autoconocimiento.


¿Cómo saber si te conoces lo suficiente?

Para saber si te conoces o suficiente te recomendamos que te hagas estas 7 preguntas. Si eres capaz de responderlas con sinceridad, sabrás que grado de conocimiento tienes sobre tu persona.

  • 1. ¿Te comparas frecuentemente con los demás?
  • 2. ¿Te arrepientes después de tomar una decisión importante?
  • 3. ¿Necesitas la aprobación de los demás o te afectan demasiado las críticas?
  • 4. ¿Reaccionas correctamente ante un problema?
  • 5. ¿Estás haciendo realmente lo que quieres, o te conformas con lo que haces?
  • 6. ¿Necesitas adquirir muchas objetos materiales para sentirte bien?
  • 7. ¿Te sientes orgulloso de ti mismo, tienes una buena autoestima?

Una vez que hayas respondido estas preguntas podrás determinar hasta dónde te conoces y en que debes profundizar para saber más de ti.


Beneficios de conocerte a ti mismo

Mientras mejor te conozcas, más podrás avanzar en cualquier aspecto de tu vida.

A medidas que reconozcas tus defectos podrás evitar ser dominado por la arrogancia, al percatarte que no eres perfecto, lo que te permitirá corregir tus carencias, convirtiéndote en una persona más humilde.

También debes conocer tus limitaciones, pues si no lo haces es muy posible que dediques gran cantidad de energías en labores que te aportarán muy pobres resultados.

Si aprendes a reconocer tus virtudes, podrás dedicar mucho más tiempo y esfuerzos en potenciarlas, el mismo tiempo que antes gastabas en intentar superar tus limitaciones.

Todo ello permitirá mejorar tu autoestima y te facilitará cumplir con cualquier objetivo que te propongas.

Evitará a su vez que la envidia te afecte y comenzarás a disfrutar de los logros de las personas que te rodean.

Es por todo esto la frase conócete a ti mismo, que fue tallada por un artesano en la pared de la entrada del mayor templo de sabiduría del mundo antiguo, a pocos pasos del ombligo del mundo, es hoy por hoy una de las frases que tienen que estar esculpida en nuestra cerebro, sea cual sea nuestra profesión, riqueza o conocimiento.

Es por ello que solo me queda hacer como Sócrates, insistirte: “Gnóthi Seautón, conócete a ti mismo”. .

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos, familiares y con quien creas que debería conocerlo.